Fecha: 7 septiembre 2014
Integrantes: David, Quique, Sergio y Raúl
Duración: 5 horas (incluido almuerzo y baño)
Duración: 5 horas (incluido almuerzo y baño)
Dificultad: Media
Distancia: 18 km.
Distancia: 18 km.
Observaciones: No hay fuentes de agua, ni
muchas zonas de sombra. Cuidado con la hidratación si hacemos la ruta en los meses
de verano. Ruta circular bastante bien señalizada y muy bonita.
Descripción de la ruta:
Aparcamos en el parking que hay en
la parte de derecha nada más entrar a Chulilla viniendo por la carretera de
Losa del Obispo y desde aquí volvemos sobre nuestros pasos ya caminando por
la carretera por la que vinimos. Continuamos unos 5 minutos hasta que
encontramos a nuestra izquierda unas señales que indican “Ruta de
los Pantaneros y Embalse de Loriguilla” (sendero SL-77).
(Charco Azul)
El sendero nos conduce hasta el Mirador Compuertas, desde donde tenemos las
primeras vistas del Charco Azul y del cañón que deja encajonado al Río Turia.
Preciosa vista del río Turia encajonado
Como podéis observar, una vez cruzado el segundo puente, el río queda siempre a nuestra izquierda.
(Espectaculares vistas )
Seguimos caminando por una senda fácil y disfrutando de las altas y
rectas paredes que forman este bonito cañón que, sin ningún género de duda, es
uno de los mejores atractivos de esta ruta.
La senda nos dirige hacia unas escaleras que bajando por ellas nos conducen
al primer puente colgante, un puente que
situado a media altura entre las dos paredes que encajonan al Río Turia, nos sirve
para cruzar por encima de éste y observar unas vistas fantásticas.
(Escaleras que dan lugar al primer puente)
Siguiendo por esa misma senda (el río se encuentra en estos momentos a nuestra derecha) y sin
dejarla, llegamos al segundo puente, algo más pequeño pero igual de atractivo
que el anterior. Cruzamos este segundo puente, pasando de este modo a la otra parte del río (que quedaría a nuestra izquierda ahora).
(Senda que nos lleva hasta el segundo puente)
Vamos caminando por debajo de la zona de escalada y ahora encontramos una
pasarela de madera, que NO cruzamos sino
que seguimos recto. Seguimos por esta senda estrecha que transcurre entre la
pared vertical equipada para escalar y el margen del río.
El recorrido es fácil y está bastante bien indicado, seguimos recto y poco
a poco llegamos al Embalse de Loriguilla, en este caso lo encontramos lleno.
Aprovechamos para hacerle fotos a este precioso paisaje y
seguimos adelante, DEJANDO SIEMPRE EL PANTANO A NUESTRA DERECHA.
Llegamos a un punto en el que hay una bifurcación . Por un lado una pista forestal a la parte de la izquierda y por otro una carretera descendente a la derecha. Nosotros cogemos la pista forestal ascendente. Este es el tramo más monótono de toda la ruta y más pesado debido al calor de este tiempo ( y la escasez de sombra). Menos mal que por lo menos tenemos las vistas del embalse a nuestra derecha
Instantánea tomada desde lo alto de la pista forestal
En la parte final del embalse encontramos un tramo que al no estar
completamente lleno al 100% da la sensación como si se hubieran segregado y formado
unas lagunas, verdaderamente precioso.
Sin dejar la pista forestal y
siguiendo las marcas del PR (blanco-amarillo), ésta nos lleva hasta un punto en
el que nos desviamos a la izquierda y entramos en el barranco (ojo, no está
especialmente bien señalizada, hay que fijarse en el montón de rocas que
indican el comienzo de este camino). Y aquí, aprovechamos una zona con rocas y
sombra, hacemos la parada más importante: la del almuerzo J
Después de almorzar continuamos y en breve llegamos a las Pinturas
Rupestres, que se encuentran a NUESTRA DERECHA (en un lugar muy poco visible
desde la senda, hay que estar atentos) detrás de una jaula metálica instalada para
protegerlas, en la medida de lo posible,
Para acceder a dichas pinturas debemos subir por una escalera de madera.
(comentar que el estado de conservación de dichas pinturas es bastante
precario y que es muy difícil intuir que quisieron transmitirnos aquellos artistas
prehistóricos).
Al bajar de las pinturas cogemos por ultimo la senda por la que hemos
llegado a las pinturas rupestres y que nos llevará de nuevo de regreso a
Chulilla.
Llegando ya casi al pueblo, nos encontramos con un dilema y es ir a visitar
la Cueva del Gollizno o bañarnos en el río. Nosotros finalmente decidimos hacer
las dos cosas.
(Cueva del Gollizno. Foto efectuada a escasos metros)
Para ello, lo que tenemos que hacer es, viniendo por la senda que hemos
seguido desde las pinturas rupestres, a escasos ya 300 metros del pueblo, a la
parte de nuestra izquierda aparece un senda muy pequeña que indica Senda
botánica y Cueva del Gollizno. Pues bien, la cogemos, y seguimos durante unos
25 minutos hasta llegar a la misma.
Disfrutamos del paisaje desde el interior de la cueva y, habiendo repuesto
fuerzas, volvemos por el mismo camino que nos llevó a la cueva.
Llegando de nuevo al inicio de la senda botánica, esta vez nos dirigimos
hasta Chulilla para refrescarnos en el río en el "Remanso las mulas"
Disfrutamos de un buen chapuzón en un agua realmente fría, pero
refrescante, y con ello damos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Se puede prolongar la ruta todavía un poco más yendo al Charco Azul (lo
vimos al inicio de la ruta desde lo alto de los acantilados). Para ello, en el remanso " las Mulas", habría que cruzar el puente y pasar a la otra parte del río, seguir
hacia la izquierda por la senda y después de cruzar el río un par de veces por
encima de las pasarelas de madera, llegamos al Charco Azul.
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